No se por que tengo la facilidad de hacer conversaciones extensas y casi casi profundas de alguna cosa que no tiene tanto sentido.
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Volviamos caminando de la casa de Pato, no puedo creer que hayamos vuelto a ir, como cuando estabamos en el cole y no teniamos nada que hacer- su casa fue la fija de las tardes de viceos- de mas esta decir que El señorito esta cada vez mas adulto, cada vez mas maduro. Ama lo que hace y me encanta verlo asi, tan apasionado -como me gustaria verme a mi con las carreras que elegi (ya hablo en plural porque lo tengo asumido). En fin, volviendo a la caminata de retorno a casa... saque charlas que no venian al tema, hable de autores y de religion. No entiendo como no puedo estar callada por unos minutos, que siempre intento hacer tema de conversacion o charla en fin, por mas escueta que sea. Me asusta un poco, a decir verdad...
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