lunes, 14 de junio de 2010

La situación se vuelve cada mas indescriptible, ella se levanta de la silla con total pereza para atender un teléfono que suena por enésima vez (obviamente es una manera de decir porque nunca suena mas que ocho) y atiende y se entera que volvió a ganar un auto con una compañía que en realidad no te lo regala, sino que es un buen truco para que te sientas feliz y no escuches el resto del llamado. Decí, que por suerte ella tiene varios años y ya conoce ese cuento.

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